Tras saberse que los jóvenes comuneros mapuches del Lof Chekenko, Luis Marileo, Leonardo Quijón y Gabriel Valenzuela, eran condenados, tanto familiares como amigos rompieron en llanto, impotencia y justificada rabia, ante la injusta y aberrante decisión de los tribunales chilenos.
Mientras que tanto la familia del parcelero como el fiscal antimapuche, Luis Chamorro, se alegraban de la determinación de los jueces de Angol, un ambiente de dolor, impotencia y rabia, se apodero de los peñis y langmienes, que acompañaban a los jóvenes mapuches. Al escuchar el veredicto, los familiares rompieron en llanto y comenzaron un forcejeo con el personal de Gendarmería apostado en la sala, siendo desalojados del tribunal, donde los esperaba un grueso contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, los que hicieron su pega, reprimir la rabia que justificadamente sentía la gente que viajo desde varios sectores de wallmapu para apoyar a los hermanos y sus familias en este importante día.
Y que mas se podía esperar ¿que la gente se quedara tranquila al enterarse que a sus familiares los habían condenado injustamente?. En una actitud digna, la gente descargo su rabia en contra de lo que simbolizo en ese momento el objeto de esa injusta, ilegal y aberrante decisión. Varios ventanales del edificio de injusticia fueron destruidos a pedradas. Una diga actitud, pero que trajo como consecuencia un castigo, aún más violento. Varios fueron los golpeados y detenidos por la policía militarizada que esperaba afuera. 10 detenidos, 9 hombres y 1 mujer, entre ellos una menor de edad, Karina Ancalaf Prado de 15 años, los que pasarán, mañana (hoy) a control de detención por desordenes o daños, por lo que se espera que hoy recuperan su libertad.
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