Cerrada, sin poder operar en el tratamiento de fecas humanas de ocho comunas de la zona, quedó la planta Cabrero de lodos resultantes de las plantas de tratamiento de aguas servidas. Por un decreto alcaldicio y por decisión del Juzgado de Policía Local, el galpón industrial debió suspender su trabajo hoy miércoles, tras ser notificado por Carabineros de la subcomisaría de Cabrero. En este acto estuvieron presentes también el alcalde Mario Gierke, los concejales Luis San Martín, Carlos Sepúlveda, Claudio González y Mario Arrué; directivos y profesionales del Municipio, además de la presidenta de la junta de vecinos Los Nogales de Membrillar, María Rita Villablanca.
Esta acción, manifestó el alcalde, se concretó tras un procedimiento municipal, que detectó que, aunque la planta está funcionando desde agosto pasado, no cuenta con recepción definitiva. Carlos Beltrán, director de Obras Municipales, indicó que en Chile ninguna construcción es legal mientras no cuente con esa autorización. Por ello, cursó una multa a la empresa Biodiversa y la instó a que, en un plazo prudente, regularizara su situación, pero ello aún no ocurre. Por tanto, dio cuenta al alcalde para que dictara el decreto de cierre y al Juzgado de Policía Local, donde esta mañana se efectuó el comparendo, que fue favorable al cierre inmediato de la instalación, que concretó Carabineros al mediodía. El suboficial Luis Escalante dijo que se notificó al encargado y se verificó que se desconectara el proceso, por lo cual ahora la planta está cerrada, con sus faenas suspendidas.
El edil comentó que esta situación “es una demostración más de que la empresa Biodiversa ha actuado a espaldas de la comunidad y de las autoridades, buscando ahora que el Gobierno le apruebe un proyecto de ampliación, para lo cual presentó una declaración al Servicio de Evaluación Ambiental, que en los próximos días debe presentar su propuesta al Comité Ambiental Regional para decidir si se aprueba o rechaza esta solicitud, lo cual esperamos sea favorable a lo que desea nuestra comunidad, no más contaminación”. La planta comenzó a tratar el año pasado 28 toneladas por día de esas fecas humanas y con el proyecto, ahora esperan pasar a 127 toneladas por día. La comunidad y las autoridades municipales se oponen porque traerá más contaminación –ratones, moscas, malos olores y tránsito de camiones cargados con esos desechos- lo que perjudicaría más el medio ambiente de
esta comuna.
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