Jorge González, médico veterinario jefe de la Unidad de Zoonosis, explicó que las condiciones del procesamiento de la carne eran sanitariamente deficientes, “considerando además que el establecimiento se encontraba sin funcionamiento desde hace varios meses, además se observaron deficiencias de higiene que quedaron consignadas en la respectiva acta de inspección”.
Además se cursó un sumario sanitario que podría derivar en sanciones para los propietarios del recinto. Asimismo, desde la sala de proceso se decomisaron 380 kilos (aprox.) de carne, que fueron desnaturalizados con colaboración del municipio de Bulnes, para posteriormente ser derivados a un relleno sanitario.
En Ñuble existen alrededor de ocho Centros de Faenamiento para Autoconsumo (CFA) o “charquerías” sometidas obligatoriamente a vigilancia sanitaria por parte de la SEREMI de Salud.
Por ello, la autoridad sanitaria indica que al tratarse de una actividad productiva artesanal, que permite rescatar costumbres y tradiciones, se hace necesario que los propietarios de CFA sean lo suficientemente responsables no solo con la calidad del producto sino con la actividad propiamente tal, considerando que Ñuble es la zona en la que existe mayor número de este tipo de establecimientos.
“Es necesario que exista una consciente responsabilidad en toda su cadena productiva, porque en definitiva es un alimento que tiene como objetivo ser consumido por las personas”, indicó González.
El llamado es a consumir solo productos de charqui que tengan denominación de origen y resolución sanitaria
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