No sirvieron mucho las declaraciones del propio general de zona de carabineros Iván Bezmalinovic, quien semanas antes defendió la permanencia del asesino en sus filas pues, según sus propias palabras, “el funcionario está capacitado para permanecer en Carabineros porque fue beneficiado con libertad vigilada y tal como lo dice la Contraloría no tendría impedimentos para seguir activo”. Al final, valió más un gesto, para ocultar el genocidio que hay de fondo.
Qué es de los asesinos de Lemún, Collío, Collihuín y tantos otros peñi que han muerto estos últimos años dentro el contexto de lucha por recuperar el territorio usurpado. En la mayoría de los asesinatos ha estado detrás la mano de carabineros, y en todos no han habido condenados y menos aún alguien que asuma su muerte, tanto las policías como el estado chileno se han lavado las manos justificando que son los mapuche los que han propiciado la violencia.
Desde antes de la ocupación de Wallmapu por los estados Argentino y Chileno que estos han dado justificaciones para despojar a los peñi de su territorio, y si estos resistían la ocupación simplemente los mataban. Son innumerables las atrocidades que han cometido en todo este periodo de despojo.
La mayoría de los generales que han estado ha cargo de llevar adelante campañas para mantener la ocupación en Wallmapu han sido congratulados con medallas, incluso algunas calles o ciudades llevan sus nombres.
Por lo tanto, los asesinos de los mapuches aún están en libertad y lo seguirán estando, pues su política de Estado es la de hacer desaparecer a los mapuche, es un genocidio silencioso de nuestra cultura, nuestra religión. Esa ha sido siempre la política de los Estados Ocupantes de Wallmapu (Chile y Argentina), por lo tanto, todo sus poderes, legislativo, Judicial, Militar etc, están al servicio de esa estrategia, y por eso nunca van ha ser juzgados, a lo más va ha caer un palo blanco para callar algunas bocas, pero en el fondo el genocidio va a continuar.
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