El fiscal con dedicación exclusiva a perseguir al movimiento mapuche, Luis Chamorro, presentó los cargos contra el dirigente, asegurando ante el Tribunal de Juicio Oral de Collipulli que tiene 21 testigos, todos carabineros que acompañaban al sargento del Gope aquel 2 de abril de 2012, cuando atacaban la comunidad.
Desde esa fecha hasta hoy la investigación del hecho, por cuya connotación concentró todos los esfuerzos del estado, no arrojó pruebas concretas que derribaran la principal tesis: la bala que mató al uniformado habría salido de un arma policial. Esto, pese a que como se recordará, desde La Moneda salieron recursos para conformar un equipo dedicado exclusivamente a este caso, en un trabajo conjunto de la ANI, Carabineros y la PDI.
El fiscal Chamorro se valió de una supuesta “tecnología de punta” que usaron para triangular el teléfono de Daniel Melinao, que según él, ubica al werken en la hora y lugar donde cayó muerto el efectivo militar de Carabineros. Única prueba con que acusa al dirigente de “facilitar” un supuesto ataque mapuche a los comandos del Gope.
El persecutor agregó que falta por detener a otro mapuche que sería quien ejecutó el disparo que impactó al sargento, asegurando que está identificada y “su captura sería inminente”, además de otros 4 comunerosque habrían participado en los hechos.
El werken Daniel Melinao quedó en prisión preventiva en la cárcel de Angol, al menos por los dos meses fijados como antesala al inicio del juicio oral.
De esta forma se configura un montaje contra el dirigente mapuche que ha encabezado el proceso de recuperación territorial de esta emblemática comunidad, amenazando los intereses económicos forestales cuyos vínculos presionan al estado chileno.
No es casualidad que esta comunidad lleve adelante con dignidad la recuperación del fundo Chiguaihue, en manos de forestales y reclame el fundo Centenario, en manos del colono Juan de Dios Fuentes.
0 comentarios:
Publicar un comentario