En la región del Biobío el cuidado del agua para riego se ha transformado en un tema central ante la actual escasez hídrica que afecta a gran parte del país. Esto se refleja en la gran cantidad de postulaciones a la Ley Nº 18.450 de Fomento al Riego, administrada por la Comisión Nacional de Riego (CNR) del Ministerio de Agricultura.
El Secretario Ejecutivo de la CNR, Felipe Martin, señaló que la relevancia de optimizar el recurso hídrico en el agro se debe en gran parte al liderazgo del Ministro de Agricultura, Luis Mayol.
“Nos esforzamos por fomentar el cuidado del agua a través de la Ley de Riego, herramienta que ha permitido aumentar la superficie tecnificada y optimizar el uso del agua para regadío”, manifestó Martin.
Desde 2010 a la fecha en Biobío se han beneficiado 597 proyectos, favoreciendo a 16.925 agricultores, tecnificando 16.626 hectáreas e incorporando 8.089 al riego, gracias a recursos que alcanzan los $24.522 millones, aproximadamente.
Parte de estos recursos, fueron aportados por el Gobierno Regional (GORE), quienes entregaron $3.710 millones para 34 proyectos exclusivamente regionales. El éxito del programa, permitió que este año nuevamente se aprobaran recursos por $5.000 millones, que complementan lo entregado a través de la Ley de Fomento al Riego y Drenaje.
“Sabemos que los agricultores de Biobío están esperando este beneficio, es por eso que estamos trabajando junto al GORE para establecer las bases del concurso para postular, las que se darán a conocer en su momento”, indicó el Coordinador Macrozonal de la CNR, Mauricio Melo.
Por otra parte, la CNR también ha desarrollado estudios de prefactibilidad como la construcción del embalse Niblinto que ya se encuentra finalizado, obra que tendría capacidad de 140 hectómetros cúbicos y generaría una superficie de riego con seguridad en 10.567 hectáreas, correspondiente a 1.046 predios beneficiados.
Este año, además se inició el estudio de prefactibilidad del embalse en río Chillán, que tendría una capacidad de 137 hectómetros cúbicos y abastecería un total de 11.899 hectáreas con seguridad de riego, beneficiando a cerca de 2.000 usuarios. También comenzó el estudio de prefactibilidad de embalses estacionales en secano, que considera los trabajos en terreno de los embalses Changaral, Quilmo y Ránquil, que beneficiarían 3.232, 2.206 y 1.305 hectáreas, respectivamente.
Igualmente en la zona, se está desarrollando el programa de saneamiento y regularización de derechos de aprovechamiento de aguas en río Ñuble, zona de influencia del futuro embalse Punilla que actualizará 1.000 derechos aproximadamente.
Y recientemente se licitó el programa para la identificación y análisis de micro tranques, que definirá 10 sitios aptos para el emplazamiento de micro-embalses de capacidad no superior a 50 hectómetros cúbicos, que beneficiarían aproximadamente a 50 hectáreas totales.
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