Por Nicolás Durante, El Diario de Concepción.
El concepto rector es el “win-win” (ganar – ganar), es decir, así como gana la empresa, también gana la comunidad. Pero con una visión más allá de Responsabilidad Social Empresarial o con un fin filantrópico, y donde ingresa el Valor Compartido que predica Michael Porter.
Y en la práctica, esto se ha traducido en programas concretos en Biobío. Por ejemplo, “somos socios”, que busca que dueños de predios forestales y que tienen otra actividad agrícola o ganadera, sean asesorados y apoyados por la empresa y así formar el desarrollo integral de predios. Para eso han generado convenios con la Seremi de Agricultura, Indap y el lnfor. Con esto lograron durante 2013 trabajar con 100 hectáreas forestales y con 12 proyectos con agricultores de la zona. El objetivo principal explica Patricio Eyzaguirre subgerente de Valor Compartido de Arauco, es que la comunidad sienta que todos ganan y que los beneficios son más horizontales que verticales, como la típica relación empresa-comunidad.
La meta es este año llegar a las 500 hectáreas plantadas y diversificar las actividades productivas de los dueños de estos nuevos predios.
Los otros proyectos que trabajan son el de Vivienda para Trabajadores (PVT).
¿Quiénes ganan? Los trabajadores, porque tendrán, con ayuda estatal y de Arauco su casa propia, y también la compañía, porque el barrio será construido principalmente en madera. La meta es construir 9.000 viviendas entre 2013 y 2017.
El tercer programa, y que aún está en evaluación, es la creación de un centro de formación técnica.
¿Por qué? La respuesta es muy simple Arauco gana trabajadores mejor capacitados para su Proyecto Mapa y los habitantes de Arauco, ganan aptitudes técnicas y un empleo bien remunerado y valorado en el largo plazo.
¿Por qué Arauco decide dar este giro en la industria forestal y acuñar el concepto de “Valor Compartido”?
Arauco tomó una decisión y está haciendo iniciativas que implementan el concepto de Valor Compartido y que es una nueva estrategia de relacionamiento con la comunidad. Eso revela que la competitividad del sector privado está directamente vinculada con el desarrollo social y económica de los entornos en los que nosotros operamos. Y eso nos exige que lo que impulsemos, tenga impacto.
¿Pero eso los ayuda a su propio negocio, porque Chile cambió, porque la ciudadanía está más empoderada, porque quieren revertir la imagen negativa del sector forestal?
Yo creo que por todas las anteriores. Hoy más que nunca el desarrollo económico no puede estar desapegado al crecimiento social. Tiene que haber un equilibrio.
¿Y eso a Arauco le costó muchas caídas para aprender y cambiar?
Yo creo que los factores tienen sus propias evoluciones. La vinculación que las empresas han tenido con el entorno, han ido evolucionando. Antiguamente se hablaba mucho más fuerte de la Responsabilidad Social Empresarial, hoy estamos hablando de valor compartido. Antes se hablaba de vincularnos con aspectos mucho más filantrópicos, hoy desarrollamos iniciativas que tengan un impacto en el desarrollo y en la calidad de vida de las personas.
En resumen, no se trata de canastas familiares a la junta de vecinos, o regalar útiles escolares.
Esto no se trata de desarrollar iniciativas que tengan un fin filantrópico, o de responder a una acción que no tenga ninguna trascendencia, sino de tener un impacto social y en el negocio.
Cuando tú empiezas a explorar necesidades y oportunidades sociales, te das cuenta que tienes muchas alternativas para mejorar el negocio.
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