sábado, 26 de mayo de 2018

ZONA CENTRO SUR DE CHILE PLANTA DE FECAS HUMANAS DAÑARÁ LA FRUTICULTURA

La planta de procesamiento de fecas humanas en Cabrero es una grave amenaza a la exportación de frutas del centro sur del país. Así coinciden el senador Alejandro Navarro, el presidente de la Asociación de Exportadores de Fruta (ASOEX) Ronald Bown, y el alcalde Mario Gierke. El proyecto de ampliación de la planta de lodos está diseñado para aumentar en cinco veces su proceso actual e incrementar de ocho a 24 comunas las que entregarían los residuos sólidos de las plantas de tratamiento de Essbio, lo que expandiría malos olores y plagas de roedores y moscas un muchos kilómetros a la redonda, afectando a la comuna de Cabrero, que pasaría a ser “la letrina de las regiones del Bío Bío y Ñuble”. 
El parlamentario se reunió en la sede de ASOEX con los máximos representantes de los exportadores de fruta del país –Ronald Bown, presidente; y Miguel Canala-Echeverría, gerente general- junto a la jefa de Medio Ambiente de la Municipalidad de Cabrero, Fabiola Palma. En el encuentro, entregaron los antecedentes del impacto social y económico negativo que podría traer la concreción de este proyecto. El senador dijo que “si Biodiversa, empresa filial de Essbío, sigue adelante con su proyecto, existe un grave riesgo para las exportaciones de nuestro país”.
En abril del 2017 fue inaugurado el Centro de Inspección de Fruta, desde el cual se envía directamente a Estados Unidos, sin pasar por la aduana. Es una inversión del Gobierno Regional, de más de dos mil millones de pesos, impulsada por ASOEX y la Municipalidad y que ya está en pleno trabajo, certificando millones de cajas de frutas y hortalizas para la exportación, “por lo que si allí llegase a entrar una mosca”, afirmó Navarro, “podría generar una reacción en cadena, contaminándose miles de toneladas de frutas, lo que sería catastrófico para los exportadores” de las regiones de la macrozona Centro Sur de Chile. La planta de procesamiento de fecas humanas está a unos seis kilómetros y medio de distancia de esta planta de inspección fitosanitaria, por lo que “es claro que con una planta que procesaría 127 toneladas de excrementos (que podrían llegar a 150, no estando claro donde se irán a botar, lo que abre otro problema), muy cercana a lugares habitados y al centro certificador de frutas de Cabrero, los riesgos son enormes”, aseguró. 
Alejandro navarro comentó que “junto a los vecinos y el alcalde de Cabrero, Mario Gierke, estamos trabajando para buscar soluciones a esta complicada situación, reuniéndonos por ejemplo con el Seremi de Medio Ambiente del Biobío, Mario Delannays, quien se comprometió a estudiar el tema”. Añadió que en este tiempo del año, por la lluvia y el frío, “el problema parece estar escondido, pero es en los días calmos y cuando empieza el calor, los ciudadanos deben soportar no solo el mal olor, sino que plagas de moscas que no los dejan vivir en paz”. Puntualizó que “aquí no solo está el conflicto social, que tiene a muchos vecinos queriendo irse de allí, con casas que se han desvalorizado y con el enorme riesgo de enfermedades por la propagación

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