En una audiencia que duró casi hora y media, se efectuó la formalización del menor de 17 años sospechoso del crimen de la funcionaria judicial de Bulnes, Liliana Acuña Coello.
La fiscal Maritza Camus relató al Juez de Garantía los motivos por los cuales solicita la formalización de la detención, arguyendo que de acuerdo a los antecedentes obtenidos en el sitio del suceso y a los antecedentes previos que el detenido tenía en la policía, se llegó a su detención.
Según lo relatado por la Fiscal, el sospechoso detenido habría llegado a la casa de la víctima el día sábado 28 de julio a eso de las 9 de la noche, escalando la reja que da a la calle y una vez dentro del patio fue sorprendido por la víctima, a la que tomó e hizo caer al suelo para luego golpearla en repetidas veces con una piedra en el rostro y cabeza, hasta ocasionarle la muerte.
Luego -relató la Fiscal- la arrastró al interior de la casa por la puerta de la cocina y la dejó en su dormitorio con la cabeza debajo de la cama y tapada con ropas, para proceder a registrar la casa y sustraer un collar de perlas de Mallorca, una colección de cortaplumas y un teléfono celular.
Entre las pruebas aportadas por la Fiscalía, figura la huella de sus zapatillas, un rastro de sangre encontrada en el cinturón del presunto autor y una herida en una de sus muñecas, ya que la víctima presenta huellas de haberse defendido.
La fiscal Camus aseguró que pese a que el menor en cinco días más cumple 18 años, será juzgado como menor de edad, aún cuando arriesga sumar una nueva condena a otra que ya estaba cumpliendo en libertad y que podría significar más de cuatro años de cárcel.
El juez validó la detención y también acogió la petición de la Fiscalía para internarlo en un hogar de menores. Conocido como “el Pichuncho”, el joven quedó detenido y enviado al Centro de Reclusión de Menores de Coronel.
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