Todo esto fue posible gracias al aporte de los trabajadores de la Unidad de Raleo de Forestal Arauco Zona Norte y empresas contratistas, que, a través de distintas colaboraciones, lograron transformar el espacio dotándolo de pasto, juegos infantiles, árboles, flores, un invernadero y un estacionamiento para los vehículos del personal docente del establecimiento.
El equipo, liderado por Mariela Muñoz, Jefa de la Unidad de Raleo, trabajó arduamente desde septiembre de 2014 para lograr la construcción del parque. No fueron pocos los fines de semana en los que, dejando de lado a sus familias, los colaboradores del proyecto partieron rumbo a la pequeña escuela para aportar con sus conocimientos y talentos en la consolidación de este sueño.
“Nos embarga la gratificación y la alegría. Este lugar se transformó: pasó de ser una zona de matorrales a tener senderos, árboles y juegos donde los niños pueden compartir y divertirse”, dijo Muñoz.
Para Óscar Maniqueo, director de la escuela “Domitila Urrejola”, la inauguración del parque no sólo es la concreción de uno de sus sueños, sino también la materialización de uno de los principios del establecimiento: el respeto y la conexión con el medioambiente.
“Vivimos en una época donde hemos presenciado diversas catástrofes naturales producto de la acción indiscriminada del hombre sobre su entorno. Con este esfuerzo creemos que podemos contribuir con un granito de arena a hacer del mundo un lugar mejor”.
Construyendo un sendero ecológico
Fueron los profesores y docentes de la institución quienes contactaron a funcionarios de Arauco para estudiar la posibilidad de mejorar un espacio que por décadas permaneció abandonado y como un área inhóspita.
“Logramos reunir la voluntad de todos los miembros de la unidad y de nuestras empresas asociadas que no dudaron en aportar con recursos para la construcción de este parque”, explicó Fernando Alarcón, uno de los impulsores del proyecto al interior de la Forestal.
A todos ellos se sumaron docentes, alumnos y apoderados quienes cada fin de semana participaron activamente en las tareas de limpieza y preparación del terreno que recibiría el futuro parque.
Russel Cabrera, administrador de la Municipalidad de Coihueco, valoró positivamente el aporte de los trabajadores de Forestal Arauco Zona Norte, quienes, a su juicio, contribuyeron a generar una obra que “provocará un gran impacto en una comunidad rural tan pequeña como Chacayal de Cato”.
Protagonista de este impacto es Nadia Cayupe, presidenta del centro de alumnos de la escuela. La joven estudiante cree que este nuevo espacio permitirá potenciar la socialización y la autoestima de sus compañeros.
“Para nosotros este es un avance muy grande; especialmente, el invernadero. En él podremos desarrollar nuevos conocimientos sobre cultivo y cuidado de la tierra además de realizar experimentos en los diversos talleres de huerto escolar”.
“Huingan Arauco” dispone de áreas verdes, juegos infantiles y bancas que quedaron abiertas para el uso de la comunidad escolar y del sector que se comprometió a preservar y cuidar los bienes y la naturaleza del lugar con el apoyo del municipio que estudiará la forma de implementar sistemas de
0 comentarios:
Publicar un comentario