Sus protestas son en demanda de la reparación que se ha otorgado a los exonerados políticos de la época, los familiares de los detenidos desaparecidos y las personas que fueron reprimidas por el régimen de Augusto Pinochet.
Los ex conscriptos aseguraron haber sido también víctimas del gobierno militar, debiendo cargar con el peso psicológico de haberse visto obligados a ejecutar las órdenes políticas de sus líderes y sometidos a presenciar una serie de abusos en los cuarteles, sufriendo ellos mismos muchas veces tales abusos.
Cerca de 300 personas participaron en la manifestación de manera pacífica, llevando pancartas y lienzos en donde expusieron sus demandas. Personal de Carabineros se ubicó en el lugar para evitar que sobrepasaran el perímetro de seguridad que está dispuesto en torno a la sede de Gobierno y demarcado por vallas papales.
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