Entre las 10.00 am y 12.00 p.m. del 28 de octubre, en dos ocasiones, un bus y un blindado, miembros de la policía militar y grupo de reacción táctica GOPE, ingresaron disparando al lof Temucuicui. Su excusa era habilitar el camino, sin embargo, todos los caminos de acceso estaban habilitados.
Los agresores se situaron frente a la casa de la familia del werken mapuche Mijael Carbone Queipul, donde se encontraba a esa hora su esposa, su hija de 4 años y su madre. Los jóvenes de la comunidad lograron disuadir a carabineros para que se retirara del lugar, evitando heridos y detenidos.
Voceros de la comunidad señalan que esta situación, junto al control policial en todos los caminos de la zona desde el día sábado, constituyen una nueva provocación del gobierno de Piñera a las comunidades y, al mismo tiempo, un intento por impedir el desplazamiento de los pocos mapuche -muchos de ellos con justificado temor a la presencia policial- que decidieron participar en las elecciones municipales del día pues, en el actual contexto represivo, su voto apoyaría a los candidatos de la oposición al gobierno de Piñera.
Ello, a pesar de que los mecanismos represivos instalados por la Concertación, coalición que controla a la oposición, durante sus periodos de gobierno generaron graves atentados a los derechos de la nación mapuche. Esos dolorosos hechos, también nos hacen poner atención a las comunes expresiones respecto de que el voto mapuche -implicando erróneamente la voluntad de todo el pueblo- apoya a modelos conservadores y consumistas.
Cabe destacar que en las anteriores elecciones municipales en Ercilla, el 2008, votaron 4.478 personas; en las elecciones presidenciales de 2010, 4.335 personas, y hoy, con un universo electoral nuevo a través de la inscripción automática de los mayores de 18 años, con 7.728 inscritos en la comuna, votaron sólo 4.073 personas. Los votos del ganador de la ultraderechista UDI son sólo 1.564, habiendo perdido en las mesas de la ciudad de Ercilla, donde vota la mayoría de los mapuche. Mientras que un total de 54 votos obtuvo el niño símbolo del programa gubernamental “Area de DesarrolIo Indígena”, el miembro del Comité Central del Partido Comunista de Chile, Domingo Marileo.
Estos datos son relevantes cuando, por ejemplo, personajes de las comunicaciones como el señor Mosciatti de Radio Bio Bio, en su emisión de la tarde del día 28 de octubre, hace livianos comentarios respecto a resultados electorales en la zona, señalando que la victoria de la UDI (39,42% de los votos) en el lugar, le da la razón al gobierno respecto a los mecanismos para resolver los problemas de lo que él llama, de manera tan reiterada como irresponsable (o malintencionada para quienes, como él, son entendidos en comunicaciones), “la zona roja del conflicto mapuche”.
No considera entonces que el 60% de los electores válidos, mapuche y chilenos, no apoyó la opción de gobierno y siguiendo su lógica simplista, tampoco su fútil Área de Desarrollo Indígena o su despliegue de fuerzas disparando a niños y adultos. Menos aún considera –por falta de “información”- que el alcalde electo Vilugrón fue detenido por militares en la mañana del día de elecciones debido a su abierta coacción en las filas de votantes; que su caravana victoriosa en el pequeño pueblo a medianoche fue apedreada por los mismos chilenos; que tanto el ministro Mañalich como el presidente Piñera fueron virtualmente expulsados de la ciudad de Ercilla hace pocos días, en protestas de varias horas de duración, que contaron con la participación activa de no mapuche urbanos y que dejaron al menos tres heridos que ensangrentaron su cuerpo y ropas en la “zona roja”.
Sabemos que la conciencia social y el impulso de los cambios y permanencias de los mejores valores sociales no son patrimonio de la mayorías electorales, sin embargo, es necesario decirle a los comunicadores que buscan cualquier argumento para desacreditar el derecho de la nación mapuche, que en las cifras duras oficiales, de las que aquellos hacen alarde en su pequeñez mental, entre votantes y no participantes del reciente circo electoral chileno, 6.164 personas, el 79,8% de los mayores de 18 años de la comuna de Ercilla no expresaron una conducta electoral que pueda leerse como apoyo al actual modelo estatal de gran palo ensangrentado y pequeña zanahoria podrida.
Sólo 1.564 personas apoyarían entonces ese modelo, no sabemos si debido a que les gusta permanecer en la actual situación o porque fueron influenciados por medios de comunicación que abundan en generalidades, mientras se hunden rápidamente en la oscuridad de su propios ojos cerrados por razones que solo ellos saben.
Abusando de la generosidad de este espacio y como una forma de allegar elementos de contexto con relaciones menos evidentes respecto del tema central, señalaremos por ahora que respecto de los medios de comunicación es necesario profundizar el tema en otras reflexiones. Esto debido a que a medida que la continuidad represiva nos obliga a poner más atención, constatamos que la censura ya no es solo patrimonio de los reporteros del poder, ahora también convocatorias a marchas y algunos comunicados emitidos por la propia voz de reconocidos líderes mapuche son olvidados en el buzón de correos de algunos medios que proclaman existir para el pueblo nación mapuche.
Al día siguiente de las elecciones municipales de 2012, durante toda la mañana, helicópteros con pertrechos antimotines y subametralladoras UZI apuntando hacia la ñuke mapu, continúan sobrevolando a baja altura las casas de todo Temucuicui, estremeciendo las débiles construcciones y los corazones de los niños.
Mientras, Fernanda Marillan de 12 años aún se encuentra semi inválida por los tiros de guerra equipados con perdigones de plomo de 8,8 mm que la policía militar disparó en su columna hace tres meses.
La anormalidad del acoso ya no es noticia, no aparece en los profundos comentarios electorales de los analistas de radio Bio Bio. Sólo cuando esos niños crezcan y respondan de diverso modo al terror que les provocan hoy, serán noticia. No electoral seguramente.
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